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Nena Delgado
Entrevista exclusiva para CelebraLaVida.com.mx
 

Por Diana Marcos Kawas
Fotos: Elmer Zambrano / Video: Mariana Said
Maquillaje: José Prieto / Locación: Teatro La Nena Delgado

La entrevista fue en el Teatro La Nena Delgado. Llegué puntual, ella ya estaba ahí.
Al entrar y caminar hacia el telón, ese famoso rostro que noche a noche hace reir a hombres y mujeres se asomó de entre las cortinas para darme la bienvenida y guiarme hacia su camerino.
Ahí empezamos a platicar sobre su infancia, su familia, su carrera… su vida.

Es fácil darse cuenta que el teatro le ha dejado muchas satisfacciones a Trinidad Delgado Valero, nombre verdadedo de La Nena. El escenario ha sido para ella un lugar de muchas emociones, todas ellas buenas y sólo una muy muy triste.
“La satisfacción más grande que me ha dado el teatro, es esa gente que se me acerca y me dice: ‘Nena, siempre he padecido de nervios, de estrés, y parte de mi tratamiento es ir a ver sus obras’. Señor, misión cumplida, me diste una misión y la estoy cumpliendo”, confiesa La Nena en su camerino.
Jamás ha salido de mal humor, dice, enferma sí. Y es que en una ocasión perdió a su bebé en plena obra en el escenario del Teatro del Maestro.
“Fue en 1972. Tenía 7 meses de embarazo y el producto murió dentro de mi vientre estando en el escenario. Sentí una arritmia (que fue lo que me dijo el médico, yo no lo sabía), en una obra que se llamaba ‘La Más Barata’. Sentí que empezó a latir mi corazón muy rápido y era que estaba muriendo el producto.
“Acabé las dos funciones, se me reventó la fuente y al cerrarse el telón me llevaron a la maternidad, a la Conchita, donde me provocaron el parto. Es uno de mis momentos más tristes, porque salir de una maternidad sin un hijo en los brazos, es tremendo”.

La Nena no se arrepiente de nada y no cambiaría nada de su vida.
“No cambiaría nada porque soy sobreviviente del cáncer uterino (hace 30 años). Entonces ni de eso puedo quejarme, porque aquí estoy, qué Dios tan grande”.
No padece de estrés y por el problema del cáncer tuvieron que hacerle la operación a muy temprana edad.
“El doctor me dijo que iba a tener muchos problemas con la menopausia por ser prematura, pero me gustaría saber cuándo me llega, porque no me ha llegado.
“Yo creo que los bochornos me dieron en el escenario y ni cuenta me di, tengo 48 años ininterrumpidos de hacer teatro, entonces pues no me di cuenta a qué horas entraron los bochornos porque yo creo que estaba arriba del escenario y los confundí con el calor de la iluminación”, menciona.

¿Qué la pone de mal humor?
“La gente lenta. No me gusta que hagan las cosas lentas, la gente que no se mueve y que se esté quejando de todo.
“Del calor… qué calor, qué calor, qué calor, se quejan del calor y yo preguntó: ‘¿no eres de aquí?’, ‘Sí, aquí nací’. ‘Entonces, ¿por qué te quejas? Toda la vida, toda la pin… vida Monterrey ha tenido este calor tan extremoso. En frío mucho frío, en verano mucho calor, entonces si eres de aquí, cómo no te has acostumbrado”.
A ella no le molesta ni el calor ni el frío.
“Como decía mi padre cuando le preguntaban que por qué tanto calor, decía ‘será que es verano’,¿porque tanto frío?, ‘será que es invierno’. 
  
Una infancia muy feliz
Tuvo una infancia muy hermosa, dice que uno tiene la infancia que los padres te dan y como ella nació en el seno de una familia donde sus padres se adoraban, se amaban, se idolatraban, pues todo era felicidad.
No tiene fotos de cuando era chiquita… “Fíjate que no tengo porque éramos tan pobres, tan pobres, tan pobres, que vivíamos en un ejido que no llegaba ni a ejido.
“Nací en un jacal de adobe, en la pobreza del campo, era mujer de campo, en un rancho en Cd. Anáhuac. Ojalá hubiera nacido en el pueblo, pero nací en un ejido, entonces no había quien tomará fotos, no existía, allá no llegaba nada”.

Catorce hermanos formaron parte de su familia, ella fue la número 9: , ocho mujeres y seis hombres. Hoy en día quedan seis: cuatro mujeres y dos hombres. Algunos de sus hermanos no se fueron grandes, ella es de las más longevas además de una de sus hermanas que ya pasó los 70. La Nena los está pisando… “Voy a llegar a un número muy hermoso, en octubre piso el 69, entonces voy a tener todo un año que ustedes han de perdonar pero voy a estar en el 69, bien sexy”.

Sus papás, Don Juan Delgado Solís y María del Refugio Valero, dieron de nombre a La Nena el de Trinidad. Su apodo, por el que hoy todo el mundo la llama nunca supó de dónde salió, aunque supone que del chipil (su hermano menor), quien tal vez no podía decir su nombre y le decía Nena, así que La Nena viene de la familia, no del teatro.
Bueno y, ¿cuándo te decían Trinidad? “Cuando me iban a regañar”.

Su familia fue una de mucha música, a su papá le encantaba la música.
“No teníamos para comer, pero sí teníamos piano. No entiendo yo, porque si no había para otras cosas, en dos tres ocasiones no fui a la escuela porque no tenía zapatos, pero tenía piano en la casa, eso nunca lo he entendido (risas). 
“Y es que a mi papá le gustaba tanto la música que una de mis hermanas salió genial para la música, no se dedicó a eso, pero tenía un oído musical maravilloso.
Su papá levantó una cosecha de algodón y en lugar de comprar algo para el jacal o cambiarle el techo, “noooo”, dice La Nena, “fue y compró en Cd. Anáhuac un piano que le vendían, antiguo, vertical, no era de cola, en lugar de comprar cosas para la casa compró el piano, qué curioso, para que su hija aprendiera a tocar”, dice.

Tremenda desde chiquita
Estudió primaria y secundaria, en ese entonces no se necesitaba la prepa para entrar al magisterio pues de secundaria pasabas a la normal. Terminó la carrera de Maestra Normalista y se tituló en 1960.
Cuentan las malas lenguas que de chiquita era muy tremenda, muy independiente… que no podían con ella.
Un maestro de la normal, el profesor Escamilla, se lo decía: “Eres tremenda, tienes 3 en 1”.
A lo que La Nena pensaba que era por el aceite, hasta que un día quiso salir de la duda y le preguntó: “¿Por qué me dice aceite?”, y él le contestó: “¿Aceite?, Nunca te he dicho aceite?”.
“Pues me dice 3 en 1”.  “Noooo, burra, pues no te llamas Trinidad, pues 3 en 1 porque tienes tres personas en uno: padre, hijo y espíritu santo”.
Ahí la sacó de su error.

La escuela sí le gustaba porque era muy deportista, de hecho nunca pensó en ser artista, su meta era llegar a ser una gran deportista. En secundaria fue campeona estatal de atletismo (metros planos y salto de longitud) y practicaba el volibol. 
“No fui aplicada, pero era muy lista para los exámenes, nunca reprobé, era una alumna normal”.

¿La actuación?
Fue en la normal cuando al director se le ocurrió dar algo de clases artísticas para promover las Bellas Artes y llevó a un director de México a dar pláticas para los que quisieran ir.
“Yo tenía como 16 ó 17 años. Fui la declamadora oficial de la secundaria, yo era muy seria, aunque no lo crean, era bastante seria. Me inicié en el teatro con puro teatro clásico.
Su primer obra fue “La Zorra y las Uvas” en el Teatro del Maestro en 1962. Una tragedia griega.
“En 1968 gané mi primer premio como la mejor actriz del año con una obra clásica Medea.
“Mi idea en el teatro era hacer teatro español porque me gustaba mucho García Lorca, era mi pasión, de hecho hice Yerma, pero nunca pensé que fuera graciosita para hacer reir a la gente”.

Con la comedia empezó en 1966 en el Teatro Arlequín con la obra “Una Pura y Dos con Sal” dirigida por Luis Martín; tres años más tarde llegó al Teatro Monterrey con “El Cianuro, ¿solo o con leche? dirigida por Julián Guajardo.

“Una pura… era un melodrama. La literatura llama a ese tipo de puestas en escena ‘Teatro Costumbrista’, era una obra en la que hacía llorar y de la nada entraba la comedia y lograba atacar a la gente de la risa. Se dieron cuenta que era cómica”.

Luego luego me metí a la comedia y en 1972 surge una obra que nostros mismos adaptamos (Delia Garda, Poncho Alvarado y otro compañero que ya falleció). Hicimos una obra que llegó de España, en el D.F. la puso Silvia Pinal, se llamaba ‘Cuñada viene de cuña’, nosotros la agarramos, le pusimos el toque norteño y le cambiamos el nombre por ‘Las Cuñadas’ y nos disparamos con el teatro costumbrista norestense y ése ha sido nuestro éxito.

Comenta que sólo Monterrey tiene actores de teatro que manejan mucho el costumbrismo de la región, que si acaso unos hermanos en Yucatán (los Hermanos Herrera), pero que se dedican más a la política.

La inseguridad afecta a todos
Cuando le cuestiono si la situación por la que está pasando Nuevo León ha afectado al teatro, me contesta… “La inseguridad sí ha disminuido la gente que va al teatro. Nos viene un golpe de público desde la influenza, aunque la inseguridad de la noche si nos ha afectado.
“Nadie podemos parar. Todas las noches en las funciones les digo que los artistas no podemos parar, somos los que llevamos un rato de esparcimiento para que por dos horas se olviden de tantos problemas tan serios que hay en nuestra Ciudad, en nuestro Estado, en todo México”.

Pide que todas las mañanas nos encomendemos a Dios para pedirle que no estemos ni en la hora ni en el lugar equivocado.
“Hay más gente buena que mala. Uno de maestro siempre se encuentra a un alumno, ex alumno que te reconoce y siempre he dicho que aún en los momentos más difíciles tiene que haber por ahí un ex alumno, el papá o el hijo de uno de ellos que me va a dar la mano, así como el público que durante 48 años me ha seguido en el teatro. Siempre habrá alguien que me reconozca y me de la mano en algún momento de apuro”, agrega.

Todo esto es gracias a las dos carreras que La Nena tiene en su vida: el magisterio y el teatro. Además, dice que lo ha visto en momentos difíciles, como en los hospitales al llevar a un ser querido que se va o que a veces se salva.
“Ahí está la realidad de la vida, sin salud no somos nada, y ahí, pasando por pruebas muy difíciles, siempre sientes una mano que te tienden porque eres muy conocida y ver a los grandes médicos que fueron tus alumnos, es muy gratificante, así como en cualquier otra profesión”, menciona esta mujer que noche a noche hace reir a un sinfín de fans.

Le gusta hacer el súper
Oye Nena, y ¿te gusta ir al súper? “Ay me encanta. Ay no… yo soy feliz en el súper, y voy a decir, me voy a echar un palomazo: el HEB, ay me encanta, una, porque encuentro todo, sea lo que sea, encuentro todo. Digan que digan y no soy malinchista ni mucho menos, sí visito los demás súpers, pero hay sus diferencias.
¿Te reconoce la gente? “Muchisísima gente me reconoce. Batallo mucho para salir del súper, me tardo mucho porque se me acerca mucha gente, pero me encanta. Yo tardo mucho en el súper, cuando se acercan me dicen de todo relacionado con el teatro. Me piden autógrafos y ahora con el celular, pues me piden muchas fotos.
“Todos y todas son mis fans número uno. Es muy bonito ver cómo la gente te menciona las obras, te dicen dónde las vieron, con quién, si estaban solteras, que si con el novio, embarazadas, que sus papás no se las pierden”.
Su público ha sido de gente adulta, pero comenta que de años para acá también de gente joven.

¿Alguna receta que quieras compartir?
“Romeritos, dicen que es lo mejor que me sale.
“Preparo el mole a mi gusto, lo guiso, limpio los romeritos y se hierven como las acelgas. Luego pongo a cocer la papa de galeana partidas en dos y hago las tortas de camarón. Ya cuando está el mole, le pongo las papas, los romeritos y ya hirviendo dejo caer las tortas de camarón.

Dice que sus compañeros no se las perdonan el 25 de diciembre, porque sí, hace teatro el 25 de diciembre y el 1 de enero, siempre con funciones llenas.

Aclara que no es antojada. Que su comida favorita es el huevo con frijoles, que aunque no es vegetariana no le gusta la carne aunque a veces la come. Que prefiere la medicina alternativa y que es muy difícil que tome medicina alópata.
No toma refrescos, no le gustan las fiestas, no le gusta ir a donde hay mucha gente, que mucha gente nada más en el teatro.

Su vida fuera del teatro
“Me gusta ir a jugar al Bingo, me desestreso y a mis hijos les gusta que vaya porque dicen que es la única parte donde me sientan.
“Además, me desvelo y dicen que así no les hablo tan temprano en la mañana”.
Al Bingo va con compañeras después del teatro, aunque dice que son pocos a los que les gusta ir a tirar el dinero.
“Ahí no me preguntan del teatro, ahí el papel estelar lo llevan los números”.
Es una mujer muy hogareña, nunca le han gustado las fiestas y cuenta que no tuvo una juventud como la tienen todas de quinceañeras y de 15 años.
“Era porque no tenía qué ponerme, pero no me importaba, no me interesaba. Soy muy independiente, muy sola, nadie me alcanza el paso, todo lo hago rápido, le pongo el 100 por ciento. Soy muy hogareña, me gusta estar con la familia en la casa”.
A restaurantes tampoco le gusta ir, y hasta el café lo prefiere en casa.
Admira a Joaquín Pardavé y al Indio Fernández como director de cine. A su director, Enrique Fernández, quien tiene 30 años de dirigirla y a las mujeres que de edad avanzada tienen un espíritu joven.
“Ya cumplí 50 años como maestra y de mi generación veo a mis compañeras jubiladas, unas ya se fueron, otros están más acabados, porque ya no hicieron nada. Dios me dio la oportunidad de jubilarme en el 92 y seguir con el teatro. El trabajo te da vida”.

Su familia
Tiene cinco hijos. De soltera adoptó dos hermanitos de 9 y 7 años. Y luego de sangre tuvo tres. O sea que en total son cuatro hombres y una mujer. Hoy tiene 12 nietos y 1 bisnieto (3 años).
Nació un 29 de octubre de 1941 en Salinillas, Cd. Anáhuac, N.L. Y la gente de allá está muy orgullosa de ella, por lo que va muy seguido y les lleva teatro.
“Me lleva la Presidencia Municipal (acabo de ir el Día de las Madres) o también el Patronato de Anáhuac del que formo parte.
“Doy cursos de teatro y de poesía coral (en grupo). Doy cursos a maestros, talleres de teatro”.

Para ella es muy importante vivir cerca de la familia, escuchar a los hijos, verlos, observarlos.
“Yo tengo la dicha de que todos mis hijos trabajan en la compañía y los veo todos los días. Sé cuando tienen algún problema aunque no me lo digan y muy a tiempo lo resuelvo.
“Cuando dejamos que pase el tiempo, se agranda el problema y luego es muy difícil poderlo atacar. Hay que mirarlos a los ojos, la mirada no miente, no los descuidemos, porque de eso depende que cambie nuestro País y la vida nos cambie. Los hijos nunca van a ser grandes para nosotros, siempre serán nuestros hijos”.
Dice estar feliz como abuela, pues está viviendo una época bellísima… y se le nota en su rostro.
“Por ahí me dijeron algo muy hermoso: Los abuelos fuimos caballos salvajes, nos domaron los hijos para que nos montaran los nietos. Y yo soy ahorita una yegua pero bien feliz porque tengo 12 nietos que viven montados en mí y eso me hace ser muy feliz”.

¿Privilegios por ser La Nena?
Obviamente la gente que la reconoce trata de darle privilegios por ser La Nena, pero ella no los acepta.
“Sí me ha pasado que me quieren dar privilegios por ser La Nena, pero no los acepto, no me gusta.
“Me hacen señas para que me pase y no lo hago, soy una ciudadana como cualquier otra, aunque a veces yo misma le pido a la gente si me da el paso porque tengo mucha prisa y sí me lo dan”.

Y así fue como se cerró el telón de esta entrevista, con una mujer frente a mi que es mucho más que una actriz de comedia, una mujer que no ha tenido la vida fácil, que ha sabido salir adelante, que ha luchado por conseguri todo lo que tiene, que ha sido muy feliz desde su infancia pese a carencias, que ha logrado mantener a su familia unida en un mundo de desunión y que a pesar de una que otra tragedia en su vida, sabe cómo hacernos reir dentro y fuera del escenario.

Dichos mexicanos de La Nena
“El que temprano se baña tiempo tiene de secarse”.
“Los amigos se conocen en los hospitales y en la cárcel”.

Frases durante la entrevista
“Ya con la edad se nos hacen banderas en los brazos, se nos cuelgan”.
“Un hombre flojo me enferma”.
“Un hombre jubilado en la casa, estorba donde lo pongas”.
“El súper es el lugar que más me relaja”.
“Para mi no existe la frase Ahí se va… te puede destruir toda una carrera”.
“Quien va al súper tiene salud”.
“Ir al súper es más hermoso que ir a una fiesta, te diviertes mucho”
“Eso dice pan de huevo… qué dirá mollete duro”.
“Una mujer a los 40 años ni está verde ni pasada, nada más madura. Se vuelve la mujer muy interesante a esa edad. Por las feromonas, las traes a todo lo que da. Es la edad en la que se disparan más, entonces hueles bello, bello, bello. Yo me sentía lo máximo a esa edad”.

Premios y reconocimientos
1968 Gana su primer premio como la mejor actriz del año con una obra clásica: Medea.
1992 Fue un año muy marcado en la vida de La Nena Delgado. Luto, Flores y Tamales estaba en escena y le dieron la Medalla al Mérito Cívico otorgada por el Gobierno del Estado, la más valiosa para un ciudadano.
Ese mismo año, en Barcelona, España le dan el Laurel de Oro a la calidad y recibió el premio a Nivel Nacional (excepto el DF) como la mejor actriz comediante de parte de la Academia de la Sonrisa. Más tarde se hizo el teatro en Monterrey que lleva su nombre.
2007 Recibe un homenaje de parte de CONARTE.

Sus obras
* La de más representaciones: Una Pura y Dos con Sal. “Esta obra me abrió las puertas en Monterrey en 1965 con el papel de Rosa la portera”.
Después, en 1991 llega Luto, Flores y Tamales a desfalcarla, con el papel de Belém. Esta obra tuvo más de mil representaciones con menos temporadas que “Una pura…”.
* La más divertida: Para el público: Luto, Flores y Tamales. Para mí las más divertidas son en las que mi papel no soy yo. Por ejemplo ahorita en las Reinas del Comal, soy una pocha y jamás me iría a Estados Unidos.
* La más aplaudida: Luto, Flores y Tamales.
* La de más lágrimas: Luto, Flores y Tamales.
* La más corta: Bodas de Plata
* La más llena: Luto, Flores y Tamales y La Mala Leche, con la que se estrenó el teatro.

Es importante aclarar que una obra exitosa es aquella que, aunque no esté mucho tiempo en temporada, siempre está llena.Como ejemplo, Luto, Flores y Tamales, de los 8 meses que estuvo en cartelera, 7 meses estuvieron llenos.